Purificadores de aire comprimido
Cualquiera sea la tecnología y la marca de los equipos compresores, y cualquiera su tamaño, generan aire comprimido contaminado con agua fundamentalmente (derivada de la humedad ambiente), y en menor proporción con partículas de todo tipo como polvillo, aerosoles de productos de limpieza, organismos microbiológicos, e incluso hidrocarburos si se utilizan compresores lubricados por aceite. Mundialmente existe una estandarización de la calidad aceptable del aire comprimido para usos medicinales siendo esta base especificada en la norma ISO 8573-1, y que SIVECO es capaz de cumplimentar con sus equipos compresores y de purificado.
Muy poco de los contaminantes son retenidos en el tanque de almacenamiento principal o colector por decantación natural, ya que ingresan en su mayoría en estado gaseoso, a cierta alta temperatura, siendo transferidos a la cañería o red de distribución casi en forma instantánea. De no purificarse posteriormente este aire comprimido genera amplios efectos indeseados con sus inherentes costos, como ser diseminación de bacterias y virus absorbidos por los compresores que llegarán finalmente a los paneles de cabecera de camas y demás terminales de servicio de gases medicinales, malfuncionamiento de respiradores, corrosión y/o sarro en tuberías y terminales, y fundamentalmente agua que quedará depositada a lo largo de la red de aire comprimido que no se traslada por barrido físico y con el tiempo se “pudre” generando fuentes de contaminación y proliferación impensadas…
El purificado del aire comprimido es necesario realizarlo en forma progresiva y efectiva, con secadores y filtros de alta calidad y eficiencia, en diferentes etapas que retengan cada una los específicos contaminantes indeseados. El estado del arte actual determina que No existe un solo artefacto capaz de purificar por sí solo al nivel de pureza pretendida de alta calidad y que sea eficiente por tiempo razonable. Se dividen consecuentemente los sistemas de tratamiento del aire comprimido en dos grandes etapas:
1º – TRATAMIENTO PRIMARIO donde se busca retener la mayor proporción de los contaminantes generales, agua principalmente, para lo cual se utilizan DESHUMECTADORES SECADORES por ciclo frigorífico o de alguna otra tecnología menos difundida; y POST ENFRIADORES SEPARADORES CICLONICOS con circuitos forzadores internos, que son menos eficientes, bastante económicos, y suelen utilizarse en combinación con los primeros.
2º- PURIFICADO FINAL del aire comprimido mediante FILTROS DE CARTUCHOS RECAMBIABLES, poseyendo cada filtro consecutivo instalado incrementales microporosidades cada vez de menor tamaño e incluso en combinación con ciertos materiales que permiten específicas retenciones de tipos de contaminantes. Con la instalación de Trenes de Filtrado o Paneles de Purificado que incorporan varias etapas consecutivas, se permite alcanzar retenciones de impurezas de alto nivel, siendo varios de éstos filtros CLASE 1 de acuerdo normas ISO 8573-1 siendo consecuentemente aptos para USO MEDICINAL de acuerdo con recomendaciones de VDMA (Europa) guía 15390-1 (11-2013).
En concreto, es fundamental el uso conjunto de SECADORES Y/O FILTROS que purifiquen el aire comprimido antes de su utilización final. SIVECO cuenta con una amplia oferta de estos productos incluyendo PIPING en algunos casos para facilitar y simplificar su instalación.
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